domingo, 28 de octubre de 2012

LUGARES COMUNES



El ácido perfume de la piel de mi abuela
La voz del viejo vinilo: todos a los botafuegos
El olor a pan tostado por mi padre
El tacto de la cuerda lisa
Los bailes flamencos de las niñas
Los villancicos del abuelo
El sabor de la sopa de sémola
Las manos moradas de nieve
Tú has venido a la orilla
Los colores de las tiendas de Ponzano
La paga del domingo
Las manos de mi madre
El sabor a carnalita
Las sábanas gélidas de Los Molinos
Las cosquillitas de la madrina
El aroma del vapor de la plancha
La vida sin mirar la sangre en las rodillas

Todos estos lugares comunes de mí mismo me acolchonan en las horas en que el aliento implacable de tu ausencia me respira

jueves, 18 de octubre de 2012

VALENCISO

Este poema está dedicado a las personas que han hecho posible  Valenciso, la mejor bodega de mi mundo.
Narra la evasión del que visita y cata este maravilloso vino, viajando de la meseta a la barrica.


Apenas
Noviembre ya atardece
Me escarcho y desespero
Viajo y sueño
aturdido por la bilis del camino,
pues amargos elixires eligieron nuestra bota,
compañera de un sendero
asaeteado de hambres y de sedes inmortales,
mutándola en jirones cenicientos.

Mientras sombras carroñeras ensombrecen a los hombres
yo vuelo,
entre la meseta y mi destino,
por desprenderme de las horas asesinas,
los aromas de la sangre lenguaraz

Al anhelo que apacigua mis locuras
dirijo el horizonte de mis cuencas
Largo tiempo buscadoras de reposo

Del regreso al tañido del sarmiento en mis pupilas
da fe mi paladar, sediento navegante de los cauces
Latidos que alentando mis menguantes fortalezas
disipan esas vidas que nunca merecí

A lo lejos se dirían cadenciosos,
cuan zorzales entre meandros de vereda,
a la sombra de musgosas espadañas

Y entre todas
te distingo, Valenciso, en mi llegada
Larga lengua de tejas ocres
que apenas lame la tierra,
la cual, arañada por las garras de un dios siempre fecundo
deposita lágrimas de sangre reencarnada

Y me pruebas
Y me dejo
Y abandono los raspones de los tiempos de amargor
para entrar en el aroma inexplicable
de la seguridad
de los días donde nada hay que perder

El sabor de todas las vidas
Las que vivieron otros mientras el sueño
cubría las barricas donde duerme mi aliado

Bien saben mis recuerdos
que detrás de este letargo
de velado parpadeo,
fugaces pensamientos buscan nombre
O quizá ser enterrados por la razón
que lucha por volver a ser la dueña
de vocablos y suspiros

Tu contacto en mi garganta polvorienta
aviva las palabras enmohecidas
que hoy tal vez pronunciaré
Y el crepúsculo de tu beso entre mis sienes
reverdece la derrota y la mancilla,
pues no en vano tu victoria era esperada

Por el relente acariciado
Reverente al fin ante tu fuego
me regreso a los afanes
con la paz que siente un dios recién saciado
Dejando mis sueños en la siembra
Reposando en su abandono
entre húmedas maderas.

Las perlas de tus sótanos
aún han de aguardar la primavera de mis días
Cuando regrese de nuevo al terruño
del que mi corazón nunca salió
O así lo pretendía




domingo, 7 de octubre de 2012

PODEROSA POESIA



Como versos lacerantes
iluminaron la ceguera de mi ignorancia
-no fingía-
así las arrugas de mis ojos desvelan a quien llega
aquello que está oculto:

Que uno ya vivió
Que los relojes despertaron ya todos los sentidos
Y en un espejismo
Un sesgo desesperado pleno de huidas
yo podría
invocar mis rugosas experiencias
y convertirte en un poema



martes, 2 de octubre de 2012

ELLOS


(Para Diego y Rafael
Por donde ellos pasan, nunca deja de crecer la hierba)


Tienen ansia de molinos
Ellos
Que no cuentan las horas mientras beben
las mieles y las hieles
de la cegadora ronda de mis vidas

Ellos
Que en manojos de tallos tiernos
rumian las fiebres de las insondables sombras de la dicha
Ajenos al abismo, porque vuelan
Poderosos en las infinitas coordenadas de su rebeldía

Ellos
Que burlan los embustes con silencios
Y miradas de los sabios que serán
Felices irresponsables
Lanzados a lo prohibido con la fuerza del más loco

Ellos
Que dislocan los augures enfermizos con violentas realidades
Hacedores de verdades, transparentes
Sin lágrimas hacen mares donde mi mundo navega
Y el Mundo cruje y se comba
Y se transforma
Y al cabo, vida y más vida
La mía, la suya, la nuestra
La envidiosa, vasta vida
Que en ellos vive por ellos
Para ellos
Con ellos
A través de ellos

Aun sin mí
Pues no soy de ellos


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