(Este poema, va acompañado de una música sencilla, cadenciosa, como del medievo. En algún momento me animaré a grabarla. Mientras tanto, vaya allá la letra)
Amor, ya me hiciste preso,
Háblame
Que ando ciego sin saber
Mi corazón avariento
Con poco lo has de obsequiar
Arrastra su voluntad
Vive para morir luego
Reverdeces mi lamento,
Háblame
Que ando ciego sin saber
Mi alma corre sin aliento
No desmayes mi lealtad
Eres luz y oscuridad
Funesto presentimiento
Muero de puertas adentro,
Háblame
Que ando ciego sin saber
jueves, 28 de octubre de 2010
martes, 12 de octubre de 2010
Preludio
(La ley, los prejuicios, la costumbre, la comodidad..., son gigantes difíciles de derrotar. Pero estmos en el preludio del cambio. Lo estamos viendo. Es imparable).
Este agraz gigante
Que fomenta el trueno
Me niega el refugio
De la luz
Y el cielo
Veneno en mi aire
Fuego en mi terreno
No resistirá
Ni obtendrá receso
Que el silencio es fruto
Créeme
Y preludio
Cascada de anhelos
Del tiempo mejor que
Yo lo digo
Haremos
Este agraz gigante
Que fomenta el trueno
Me niega el refugio
De la luz
Y el cielo
Veneno en mi aire
Fuego en mi terreno
No resistirá
Ni obtendrá receso
Que el silencio es fruto
Créeme
Y preludio
Cascada de anhelos
Del tiempo mejor que
Yo lo digo
Haremos
domingo, 3 de octubre de 2010
El Día Que Me Miran
El día que me miran
Corro como un loco
Y así, de corrido, escribiría todos
Los poemas que en la vida
Me susurren, cautivos
Las dichas o los gozos
¡Ay de los sollozos
el día que me miran!
Pues vierto mil caricias amables y esbozo
El resto de mi vida
En sus pupilas de oro
Qué carajo me importan
La bolsa o la vida
Si el día que me miran
Atrinchero el enojo
Para hacerles justicia
Como en la poesía
Regalan a su antojo
Destellos y armonía
Yo los miro, admirado
Y moriría en sus ojos
De náufrago herido
El día que me miran
Qué pasión, qué avaricia
Retenerlos así
Como una fotografía
Pues cada momento es la hora
Que me tienen prohibida
El día que me miran
Corro como un loco
Y así, de corrido, escribiría todos
Los poemas que en la vida
Me susurren, cautivos
Las dichas o los gozos
¡Ay de los sollozos
el día que me miran!
Pues vierto mil caricias amables y esbozo
El resto de mi vida
En sus pupilas de oro
Qué carajo me importan
La bolsa o la vida
Si el día que me miran
Atrinchero el enojo
Para hacerles justicia
Como en la poesía
Regalan a su antojo
Destellos y armonía
Yo los miro, admirado
Y moriría en sus ojos
De náufrago herido
El día que me miran
Qué pasión, qué avaricia
Retenerlos así
Como una fotografía
Pues cada momento es la hora
Que me tienen prohibida
El día que me miran
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