(Este poema, va acompañado de una música sencilla, cadenciosa, como del medievo. En algún momento me animaré a grabarla. Mientras tanto, vaya allá la letra)
Amor, ya me hiciste preso,
Háblame
Que ando ciego sin saber
Mi corazón avariento
Con poco lo has de obsequiar
Arrastra su voluntad
Vive para morir luego
Reverdeces mi lamento,
Háblame
Que ando ciego sin saber
Mi alma corre sin aliento
No desmayes mi lealtad
Eres luz y oscuridad
Funesto presentimiento
Muero de puertas adentro,
Háblame
Que ando ciego sin saber
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