Amar los lugares donde nunca estuve
tan sólo porque tú estuviste en ellos
Desandar indubitable el recorrido
pues de sobra sé que aún no comenzaste
Besar otros labios en noches tan rotas
por ver si reconozco la verdad cuando me alcance
Cantarte en la negrura de mis días
con la esperanza de un naufragio en tus oídos
Pronunciar esas palabras tan gastadas
que tal vez renazcan nuevas en tu boca
Recibir lluvias de sol de mil estíos
para sentirme más sediento que burlado
Escribir cantares en tonos menores
que dispensar a los ávidos de belleza
Rezar porque el olvido no emborrone
las pocas letras donde nos reunimos
Desear que el ruido no tape esta noche
el timbre de la llamada de tu vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario