Un
desahogo no es un poema propiamente dicho. Es ese estornudo que alivia
el repentino picor de nariz, el breve grito que te descarga al final del esfuerzo, la arcada que templa tu estómago...
A lo mejor ni siquiera debería llamarse poema, pero ¿quién puede juzgarlo...?
Allá va el décimotercero:
A lo mejor ni siquiera debería llamarse poema, pero ¿quién puede juzgarlo...?
Allá va el décimotercero:
Urgencia
prisa desespero
premura violencia apremio
vehemencia rugido desprecio
angustia impaciencia acelero
coches detenidos soy fuego
violento rabioso me apeo
Y te enamoras de la chica que fue capaz de detener el tráfico
premura violencia apremio
vehemencia rugido desprecio
angustia impaciencia acelero
coches detenidos soy fuego
violento rabioso me apeo
Y te enamoras de la chica que fue capaz de detener el tráfico
sólo por ver la gran luna llena
asomarse por el horizonte