domingo, 7 de abril de 2013

SONETO INESPERADO


Andaba revestido del coraje
aquel que intenté echar sobre la pena
La ufanía cobarde del que queda 
sin ver más horizonte que el pillaje

Traído por vientos inesperados
de hielo. Me pilló desprevenido
el eco de su olor de torbellino.
De lágrimas los recuerdos disparados,

mas todos se quedaron. Aún no es hora
La vida desalmada bien se cobra
con lenta pulcritud demoledora

Las hojas ocres que en noches desvirgo
no arderán en hogueras sino es conmigo 
Los demonios desordenan mis latidos

1 comentario:

  1. Entiendo que es una pequeñísima batalla perdida. No la guerra. Habrá que revestirse otra vez y comenzar . Como siempre me ha encantado, aunque refleja tristeza y melancolía.

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