Aunque llevo un tiempo sin escribir (quizá la falta de tiempo, quizá no tenía nada que contar...), no podía despedir el año sin un nuevo poema. En este caso un poema de esperanza, porque las cosas suceden y si suceden, es por algo. Y porque 2014 va a ser un año espectacular, suceda lo que suceda.
(Para Tona, que me guarda)
Nadie recordará tus ojos
arroyos nacientes
cuando habiten zafiros
las cabañas hoy yermas
No habrá enigmas vidriosos
en el horizonte
pertinaz y sin tregua
La escasez será un trueno
de lluvia pasada
sin relámpago altivo
que ciegue a los hombres
No serán, no, pesadas las alas
ni tupidas las ramas
el sol calentará la tierra
Morirán todos los caracoles
que besaron mis botas
de pereza cobarde
Ganaré la carrera
sobre el horizonte
Hallaré en los bolsillos
billetes de futuro
tornarán revoltosos
los emoticonos
Es el fresco del alba
el que sientes
El temblor en el suelo
es la gran lanzadera
de vida que, a veces sucede,
pasa más de tres veces
Yo te seguiré guardando en el 2014 y siempre que tú me lo permitas. No sé si me lo merezco pero gracias por este regalo de Navidad.
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