Bajo la gélida luz de la farola
Con tu adiós camuflado de deseo
Tu abrigo rojo, cometa en retirada
La helada ya marchita nuestro huerto
Aún despierto en un sueño tan querido
Nos faltaron mil caricias con sus besos
Labios secos, pupilas empapadas
Quedo helado, tirito, lloro, muero
Dos inviernos de sueños anunciados
El poder de un torbellino inconveniente
¿Puede ser una dicha inoportuna?
Lo que mueve nuestras vidas, ¿traerá muerte?
Fue tan pronto, mi amor, para el fracaso
Es tan tarde para no caer rendidos
Que el olvido es una meta inalcanzable
No sé bien si lo odio o lo persigo
Mi corazón no escapará de tus milongas
Cortejándote, soñándome contigo
Amarrado a tu cintura tan querida
En tu risa escapará como un furtivo
No navegues, pliega velas, siente el frío,
Dale pausa a tu fatiga enloquecida
Paladea este insólito misterio
De mi espuma, de tu sal, de nuestras vidas