Es difícil decidir cuál es tu poema favorito, porque en su creación participan tantas cosas... No sólo es lo que se ve: la forma, el ritmo, la métrica, en definitiva, la "técnica". Es también lo que no se ve: la vivencia que lo inspira, la necesidad que lo escupe, la herida que cubre o el empujón que aupa al sentimiento.
Además el tiempo, como a las personas, acaba poniendo a cada poema en su sitio. Algunos que eran irrelevantes pasan a ser importantes, y otros que creías fundamentales pasan desapercibidos a través de la mirada alejada.
Bueno, tanto circunloquio es para expresar que, aunque a lo mejor está mal que yo lo diga, es éste uno de mis poemas favoritos. Y creo que si algo en mi poesía pudiera pasar a ser leído por un círculo más amplio de personas, tal vez tres o cuatro poemas, quizá éste sería uno de ellos.
Os dejo con él.
NOCHE
No supe que sería la última
que tras ella la noche tornaría
tiznada de pasado
tenebrosa
Trascenderte no pude
libélula inasible
corazón tornasolado
más allá de la gélida
alborada de puñales
No saben los geranios
que robaron tu rubor por su belleza
No sabe tu belleza
que en la noche
cayó mi libertad como una estrella
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