Un desahogo no es un poema propiamente dicho. Es ese estornudo que alivia el repentino picor de nariz, el breve grito que te descarga al final del esfuerzo, la arcada que templa tu estómago...
A lo mejor ni siquiera debería llamarse poema, pero ¿quién puede juzgarlo...?
Allá va el décimo:
De un día para otro
le salieron alas
Y el presente emplumado
cargó con el plomo de lo habitual
La novedad,
cuan burbuja en la bañera de nuestra anegada vida,
forzó su salida a superficie
Y voló, voló, voló…
…golpeándose la cresta
con el techo de mis pretensiones económicas
A lo mejor ni siquiera debería llamarse poema, pero ¿quién puede juzgarlo...?
Allá va el décimo:
De un día para otro
le salieron alas
Y el presente emplumado
cargó con el plomo de lo habitual
La novedad,
cuan burbuja en la bañera de nuestra anegada vida,
forzó su salida a superficie
Y voló, voló, voló…
…golpeándose la cresta
con el techo de mis pretensiones económicas
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