¿Sabes tú qué fue de la osada primavera
que colmó de colores los colchones?
Florecimos sobre plantas espinosas.
Orgullosa, endiosada rebeldía,
codiciosa de verano
Entre sábanas cuajadas de espigas soñadoras
probamos los narcóticos frutos
de todos los jardines escondidos
Quizá por no expulsar al olvido
el sol que encendía aquellos días,
es por eso que prolongo este otoño desnudado,
inundando de hojas secas
tu lado de la cama
O tal vez porque todos los jinetes
que destino hacia el futuro,
más allá de los castaños anochecidos,
me hablan del invierno inabarcable de tu sombra,
la que aún ha de invadir de hielo el calendario
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